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El Remolino

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En esta ocasión trabajaré un Juniperus Sabina de origen nacional que ha sido recientemente adquirido por su propietario, el cual me ha encargado su primer modelado.

Este encargo ha sido muy particular ya que el propietario mantuvo conmigo una conversación explicándome su punto de vista en cuanto al diseño, la idea me pareció correcta teniendo en cuenta que no es fácil encontrar una planta que se preste a un diseño tan extremo, también suponía realizar un trabajo a gusto del propietario que al fin y al cabo será quien disfrute de la planta en su jardín.

Al analizarla por primera vez, supe que sería un trabajo muy motivador, pero también complicado a nivel técnico y estético.

La siguiente foto muestra la sabina protagonista de este artículo.





El primer tramo del tronco es una verdadera maravilla y pone en relieve los valores por los cuales esta especie cautiva a la mayoría de los aficionados y profesionales del bonsái.





La vena viva y la leña seca se entrecruzan en varios puntos creando interesantes curvas parecidas a remolinos.









En la foto anterior podemos apreciar como el segundo tramo del tronco es recto y carente de interés por lo que esta característica se convierte en el mayor desafío a la hora de diseñar esta planta.

Las hojas de esta sabina nos muestran que está en un perfecto estado de salud.




Aunque podemos apreciar que algunas hojas tienen una tonalidad ocre, no es nada preocupante y suele suceder a veces por varios motivos.

La causa principal es cuando con el sol del día hace que las hojas más activas comiencen a realizar la fotosíntesis, sin embargo debido al frío, la planta no tiene un fluido flujo de savia para transportar los azucares producidos en el proceso, éstos se acumulan en las hojas y después de varios días se degradan enmascarando la clorofila que como todos sabemos es un pigmento que refleja el color verde, a esto hay que añadir que la planta pone en marcha un mecanismo de protección de las membranas fotosintéticas y enmascara la clorofila con otros pigmentos accesorios.

No hay que preocuparse por este color ya que una vez el calor de la primavera llegue, la planta evacuará estos "residuos" y volveremos a obtener el característico color verde en las hojas.




























Bien, lo primero que voy a hacer es limpiar la leña seca y definir la vena viva.

Antes y después de la limpieza de la leña seca







La siguiente foto muestra la única rama a priori ideal para construir la copa ya que consta de varias subramas en distintas posiciones.




Tiene una parte de leña seca que eliminaré para que su plegado sea más fácil, pero antes voy a limpiarla para tener más claro las delimitaciones de la parte muerta y viva.



Una vez realizado un primer rebaje de la leña seca, voy a eliminar un poco más del interior de la rama y a continuación pondré rafia y goma.



La rafia actúa en el plegado como una pseudopiel que protege la rama compactando las fibras que se desgarrarán en el proceso, al regar la planta, la rafia se moja y permite también que la rama doblada reciba una hidratación extra que ayuda a que la rama no se deshidrate.

En este caso voy a doblar la única rama que tiene esta sabina por lo que pondré goma por encima de la rafia y conseguiré un extra en compactación. 

Evidentemente la rafia y la goma realizan una labor importantísima en el doblado pero el verdadero secreto radica en el estado del vigor de la planta. 

Conducir y mantener la planta en un cultivo de alto rendimiento permitirá que la técnica aplicada sea soportada, por lo que el buen cultivo de la planta es la base sobre la cual se apoyará todo el proceso de formación.

Una vez doblada la rama puedo comenzar a poner alambre y colocar la ramificación.



Dai Kengai. (Cascada Extrema)

Uno de los estilos maestros de bonsái es el estilo cascada. 
Dentro de este estilo podemos diferenciar variaciones dependiendo de la verticalidad de su tronco que vendrá a representar los hábitos de crecimiento con respecto al lugar donde vive.
Kengai (Cascada), Han Kengai (Media Cascada) y Dai Kengai (Cascada Extrema).

Si analizamos este último estilo, Dai Kengai, y, tomamos como referencia plantas similares en la naturaleza, este hábito de crecimiento lleva consigo emparejadas varias imágenes: Altura, verticalidad, agarre, sinuosidad, etc. y evidentemente un gran sentimiento de fuerza por encima de adversidad.

Por norma general, la planta que crece en una oquedad en la roca tiene su origen allí debido a que un animal, en la mayoría de los casos un pájaro, ha transportado la semilla hasta ese lugar, refugiándose al abrigo de la piedra. 

Ya que no es el hábitat natural de crecimiento de una planta ha de adaptarse para poder sobrevivir en condiciones muy desfavorables y esto se transmite en una serie de características concretas.

El primer tramo del tronco suele ser bastante tortuoso para escapar de la pared, sin embargo una vez ha conseguido separarse lo suficiente de la pared las curvas son más suaves debido al peso de la ramificación que estira hacia abajo, a veces incluso volviendo a retomar un camino ascendente por la fuerza del geotropismo negativo.






Las ramas suelen ser delgadas para poder soportar el viento, suele ser habitual encontrar partes de madera seca longitudinales como consecuencia de pelados de la corteza de una vena que ha secado sus ramas, también los jines suelen ser largos además de finos y flexibles, capaces de aguantar los golpes de viento y bastante pulidos ya que por norma general en esta situación no van a soportar grandes cantidades de nieve que los desgarre.
La madera seca, por efecto de la alta luminosidad, tendrá un color blanco bastante intenso.

Las siguientes fotos muestran el resultado final de este primer diseño.

Antes y después
Creo que para un primer trabajo el resultado ha sido correcto. 
Ahora hay que conseguir que la planta tenga un buen cultivo y siga madurando y poco a poco, algún lejano día, nos daremos cuenta de que se ha convertido en un interesante bonsái.

Gracias por vuestra lectura.





Foto Final

La Primera Piedra

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En esta ocasión, el artículo no tendrá un extenso texto ya que mi intención es mostrar con fotos el trabajo de esculpido de madera de este Punica Granatum y poner la primera piedra como punto de partida del futuro diseño.

El propietario de este granado tiene especial predilección por las plantas de gran tamaño y aunque ya es difícil que me sorprenda con una planta, en esta ocasión ha vuelto a hacerlo por la variedad y tamaño.

Una de las características más interesantes de esta especie es el retorcimiento del tronco y en el caso de los especímenes muy viejos, los impresionantes troncos huecos (saba miki), oquedades y leña seca expuesta.


Mi objetivo lo llevaré a cabo en dos etapas distanciadas en el tiempo.

  • En la primera etapa, usaré herramientas eléctricas para limpiar y esculpir la leña seca a groso modo. Intentaré aprovechar un juego de líneas para que podamos tener la sensación de que el tronco se retuerce y gira sobre sí mismo.
  • La segunda etapa se realizará después del paso de algunos años, entonces procuraré dar un acabado lo más natural posible puliendo pequeñas marcas antiestéticas de fresas que el tiempo no haya borrado aun, también refinaré si es necesario algunos detalles que no se vean del todo naturales.


Las siguientes fotos muestran la planta antes de ser trabajada.

















Bien, después de varias horas de trabajo, puedo dar por concluida esta primera etapa.

Las siguientes fotos muestran algunos detalles del resultado obtenido.










Gracias por vuestra lectura.

Antes y después

Foto final


Araki

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Hace algunas semanas contactó conmigo una persona para hacerme algunas preguntas sobre el diseño de una planta.
Después de enviarme la fotografia me preguntó si creía que tendría futuro, cual era mi punto de vista sobre su diseño y si estaría dispuesto a realizar un primer modelado sobre ella.

Cuando vi las fotos pude apreciar que se trataba de un interesante araki de pino silvestre.



El término araki en el argot de bonsái hace referencia a la planta que ha sido recolectada de la naturaleza y posteriormente pasará a ser modelada como bonsái. Asimismo yamadori, usado con mucha más profusión, es el término para la acción de recolectar la planta de la montaña.

Este araki fue recuperado en el norte de España y antes de llegar a su actual dueño pasó anteriormente por otros dos propietarios.

Creo que esta planta una vez diseñada y definida en una maceta para bonsái no necesitará mucho tiempo para que empiece a mostrarse interesante.

La siguientes fotografías muestran los dos lados que en un principio pueden servir como posibles frentes ya que muestran las virtudes de esta planta, sin embargo también sus defectos.

Vista desde dos lados opuestos

Vamos a analizar la planta desde abajo hacia arriba...



Lo que más llama la atención es el primer tramo del tronco, tiene un movimiento enérgico y dos zonas de interesante leña seca bastante vieja.


Detalle primera zona de leña seca

Detalle segunda zona de leña seca




























Cuando observamos leña seca con la fuerza del paso del tiempo adherido a ella, siempre recapacitamos sobre la austeridad, la vejez y el tiempo pasado, pero también hay un sentimiento de suma importancia que a veces pasa un poco desapercibido, la impermanencia.

La impermanencia nos permitirá acercarnos a ese triste sentimiento de aquello que ha llegado a un estado de vejez tan sublime que irremediablemente nos hará reflexionar sobre un final más o menos próximo.



























El ser humano entiende como natural el hecho de que todo en esta vida tiene un principio y un final, nada es permanente, la vida culmina con la muerte y lo material finalmente se difumina dejando el recuerdo y la nostalgia.


Pobreza material, riqueza espiritual.


Bien, a simple vista y en fotografía se ve muy interesante, pero observando con detenimiento, se puede apreciar un defecto que a medida que la planta supere etapas en su refinado este quedará también más evidenciado.



























El simple hecho de trasplantarlo a una maceta de bonsái hará que esta imperfección sea mucho más evidente.
Finalmente en una exposición donde todo lo que rodea a la planta es prácticamente neutro, este defecto será tan evidente que terminará por echar por tierra todo el buen trabajo que haya podido ser realizado con anterioridad.
Sin ningún lugar a dudas, este defecto he de corregirlo si quiero que esta planta siga evolucionando.

Otro detalle a tener en cuenta y que podemos apreciar en las fotos es una raíz gruesa que crece vertical y directamente hacia abajo y que puede ser un quebradero de cabeza a la hora de pasar la planta a una maceta con unas dimensiones adecuadas a su tamaño.


























Como es lógico, si la raíz no fuese visible no podríamos planificar nada y nos encontraríamos el problema a la hora del trasplante, pero este no es el caso, sabemos de su existencia y hemos de trabajar y prever desde ya su solución.


A continuación podemos observar como el tronco tiene alguna curvas suaves y otra porcioón de leña seca.

Detalle del tronco

Detalle de leña seca


Finalmente el movimiento del tronco termina en la parte alta con dos ramas secas bastante antiestéticas...

Detalle parte alta

... y la rama que contiene la ramificación y las hojas con las cuales he de construir la copa.


Detalle parte alta

Bien, pasemos a la parte técnica del trabajo.

Lo primero que haré será solucionar el defecto de conicidad del cuello de la raíz o nebari y a partir de entonces empezar a buscar un frente o Omote desde donde la planta se muestre más interesante.

Con la inestimable ayuda de mi buen amigo Antonio Fernández he conseguido plegar el tronco de manera que el movimiento en esa zona sea más compacto y no se pueda apreciar la conicidad inversa.

La siguiente foto muestra el resultado obtenido.

Antes y después del arreglo de la zona baja

El siguiente punto a resolver es la raíz que crece directamente hacia abajo y para ello necesito saber que se esconde por debajo de la línea de la superficie del sustrato, la mejor manera de averiguarlo es preguntar a la persona que lo trasplantó por última vez.

Después de hacer las averiguaciones oportunas, por fin me he puesto en contacto con los anteriores propietarios y me ha confirmado que por abajo no hay nada raro, el último trasplante se hizo limpiando la tierra del monte y trasplantado a raíz desnuda, dejando solo la raíz fina sobre un sustrato muy drenante, puedo confirmarlo con mis propios ojos y al observar el cepellon puedo ver que está en un estado de salud óptimo y completamente lleno de micorriza.

Detalle micorriza




























Gracias Gerard y David por la información. Así da gusto...

No obstante, la raíz que crece directamente hacia abajo habrá que eliminarla casi con toda seguridad, lo que haré es hacer una mueca ahora y dejar claro al propietario que tendrá que hacer otra en verano, de esta manera la ráiz se ira debilitando poco a poco y será menos estresante para la planta.


Detalle de la mueca

El siguiente paso será naturalizar los jines de la parte alta.
Como he comentado en anteriores artículos, tengo predilección por dejar en los pinos jines cortos en vez de largos.

Detalle finalización de los jines de la parte alta

Ha llegado el momento de pasar al plano estético y definir cual puede ser el frente, a partir de entonces definiré el movimiento de la rama con la que construir la copa. 

Mi punto de vista es huir de los estereotipos en la mayoría de los casos por lo que con esta planta no haré ninguna excepción.

Detalle definición de la rama alta

La siguiente fotografía muestra el frente a falta de alguna pequeña modificación una vez se coloque la ramificación de la copa.

Frente aproximado


Ya solo queda alambrar la ramificación y colocarla de manera adecuada.

Después de un rato puedo dar por concluida esta primera sesión de trabajo.

La siguientes fotos muestran los detalles finales.

Detalle de leña seca


Detalle de leña seca

Detalle de la copa

Detalle de una ama trasera

Creo que aún queda mucho trabajo que realizar sobre esta planta y seguramente alguna mejora adicional, pero el camino para ella está ya seriamente definido.

Antes y después.

Foto final

Desde este artículo vuelvo a agradecer el buen trabajo realizado en esta planta por sus anteriores propietarios.

La ramificación ha sido tan bien seleccionada que solo me ha hecho falta cortar una sola rama.


Ya solo falta que el propietario actual, Vicente, de su visto bueno al trabajo y la cuide con el mismo éxito que sus anteriores propietario, Gerard y David.

Foto con el Vicente, propietario de la planta.

Fuyu 冬

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La siguiente foto muestra el resultado obtenido después de la primera sesión de trabajo realizada sobre este pino silvestre.


No he creído conveniente realizar una profunda reestructuracion del diseño de esta planta ya que por sí sola posee un gran potencial estético perfectamente definido.

Al tratarse de una planta que goza de la belleza intrínseca de la naturaleza, he considerado que el objetivo principal ha de ser corregir los defectos que desvían la atención del observador hacia los detalles poco naturales y poner en valor con el alambrado y la colocación de la ramificación, las características por las cuales esta planta es especial, su otoshieda o rama en cascada y por supuesto el codo que tiene el tronco en su parte más alta.




La siguientes fotos muestran algunos detalles de la planta antes de ser trabajada.


Detalle del nebari

Primer tramo del tronco


Detalle de la zona media del tronco

Detalle de la zona alta del tronco



La primera tarea ha sido trabajar una rama podada con anterioridad, después del paso del tiempo se ha secado y la verdad es que no tiene apariencia de ser natural.

Al encontrarme con una madera bastante seca he necesitado usar herramientas eléctricas y rematar con herramientas manuales, integrando de la manera más natural posible los distintos resultados de estas dos formas de trabajar.

Las siguientes fotos muestran el resultado obtenido.

Antes y después




Más arriba se puede observar una parte de madera seca natural.

En la gran mayoría de los casos este tipo de madera no la toco a no ser que esté completamente seguro de poder mejorarla.




El siguiente paso será la selección de la ramificación más fina.

Al tener un volumen de ramificación importante, seleccionaré solo las que me permitan una estructura básica correcta. Por último eliminaré las agujas viejas.

Una vez llegado aquí, puedo dar por concluida la primera sesión de trabajo.




La otoshieda es una rama en cascada que en su caída recorre el tronco de manera longitudinal.

En este caso, comienza justo desde el pliegue del tronco en la parte alta y cae casi hasta abajo.

Esta rama es de suma importancia en el diseño por lo que además de ser otoshieda también es sashieda y marcará junto al tronco el equilibrio de la planta y del conjunto, incluyendo la maceta.

Estéticamente tengo varias posibilidades a la hora de diseñar la copa.

Una posible opción sería dar movimiento y acción a la copa que junto a la asimetría del tronco el resultado se traduciría en una planta con un gran dinamismo, sin embargo, la opción que más me gusta es buscar la tranquilidad de la copa equilibrándola con un cambio de ángulo de plantado del tronco y rematando con la otoshisashieda
La planta gozaría de tranquilidad a un alto nivel, justo la calma que precede y antecede a la acción.

Bien, después de unas horas de alambrado y colocación de la ramificación puedo finalmente dar por concluido el total del trabajo.

Las siguientes fotos muestran los detalles del resultado obtenido.









Evidentemente aún faltan tres o cuatro años para que la copa empiece a madurar y podamos ir sustituyendo ápices en la ramificación, no obstante, al tratarse de una planta que originalmente tenía mucha ramificación el resultado obtenido en ese aspecto es bastante satisfactorio.




Nuestro árbol por fin encuentra reposo después de una larga vida intensa y llena de acontecimientos.

La única rama que posee crece a la contra de la tendencia natural como un signo de rebeldía. Este detalle ha marcado por completo su futuro produciendo un envejecimiento prematuro.
Finalmente, gracias a una excepcional fuerza interna, se ha agarrado a la supervivencia sumido en la soledad y el aislamiento.

Un árbol así en la naturaleza sabe que a partir de ahora cada invierno dejará mella en su tronco.



Modelado de un Kuro Matsu

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Parte I

En esta ocasión trabajaré un pino negro japonés (Pinus Thunbergii) o Kuro Matsu recientemente importado de Japón y perteneciente a una colección privada.

Anteriormente se ha cultivado con el fin de construir un poderoso tronco y una robusta ramificación primaria.

Este será su primer modelado y así dará comienzo su camino de refinado.





Las siguientes fotos muestran a rasgos generales el estado inicial de esta planta.


Lado frontal

Lateral

Lateral

Lado trasero



























Examinando la planta con detenimiento solo he observado una cicatriz magistralmente disimulada en la parte trasera que corresponde a la rama de sacrificio, aparte de ésta no hay más cicatrices en el tronco por lo que este detalle es importantísimo en el valor general de la planta, en la planificación del diseño y en el resultado final pasados varios años.

Un detalle a tener en cuenta en el diseño es que presenta un nebari bastante asimétrico, por lo que uno de los objetivos principales será buscar la manera de que esa parte "negativa" jamás destaque por encima de cualquier otro detalle. 

Por suerte la primera rama está al lado contrario de las raíces más prominentes y será más fácil encontrar equilibrio con naturalidad.


Detalle de nebari asimétrico



























Detalle del nebari





























La porción de tronco desde el nebari hasta la primera rama se llama tachiagari, en este caso es bastante interesante y posee un suave movimiento que acompaña hasta el ápice.






























El estado de la ramificación fina es muy primario por lo que empezaré por limpiar las hojas viejas y eliminar la ramificación innecesaria.



La siguiente foto muestra la ramificación vista desde abajo, podemos apreciar que en este aspecto aun queda mucho trabajo por hacer. 



El estado de las velas indica que la planta ya empezó a mover la savia con mucha actividad por lo que he de apresurarme para no perder un año de trabajo.

Detalle del estado de la brotación

Después de varias horas, puedo dar por concluido este primer modelado.


Parte II

A grandes rasgos, en el plano estético siempre hemos de comenzar el trabajo analizando qué tenemos frente a nosotros y cuales son sus características principales.

El kuro matsu es una variedad originaria de Japón. Como ya he comentado con anterioridad, suelen vivir en acantilados muy cerca de la costa y son capaces de soportar, gracias a su gran fortaleza, los desafíos que tanto la naturaleza como el ser humano continuamente les somete.
Su corteza es bastante densa y negra y su patrón de ramificación es también muy denso expresando en todo momento su fuerte carácter.

Una vez conocemos la características típicas de la variedad a la cual nos enfrentamos, hemos de seguir un patrón de diseños sobre el cual, sus diferentes partes: tronco, ramas, copa, etc. tengan una coherencia cronológica en el tiempo.

Lo congruente sería administrar la copa tomando como referencia la edad que representará el tronco de la planta que estamos diseñando, de esta manera no cometeremos el típico error de construir una copa joven sobre un tronco que representa una vejez extrema.






Otro punto a tener en cuenta en referencia a la relación copa/tronco sería la correspondencia que siempre hemos de buscar en los volúmenes, por lo que no podemos diseñar una planta que tenga un tronco excesivamente grueso y en su mayor parte seco con una copa muy pequeña acorde a la parte viva, ya que el tronco quedaría demasiado grotesco.

Detalle de relación entre copa y tronco

Teniendo en cuenta estos y algunos otros parámetros, finalmente podremos encontrar la manera de realizar un diseño con claridad, aunque en la mayoría de los casos será nuestra experiencia la que nos permita dar ese último toque para conseguir una terminación más atractiva.

En nuestro caso, este kuro matsu estaría situado en la parte más alta de la tabla de su vida.
Es una planta adulta que representa en todo momento el patrón de crecimiento, la fuerza y la silueta que define su variedad y su especie.

El resto de detalles del diseño prefiero que sean los lectores los que recapaciten y saquen sus propias conclusiones.

Las siguiente fotografías muestran el resultado final de este primer trabajo de modelado.


Vista cenital


Detalle nebari

Antes y después









Creo que el objetivo en este primer modelado ha sido alcanzado, sin embargo se tendrá que trabajar con mucha perseverancia durante varios años para mostrar el espesor característico de esta variedad.

Gracias por vuestra lectura.


Foto final

Shimpaku 1

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En esta ocasión el artículo está dedicado a un Juniperus Chinensis de la variedad Itoigawa de tamaño pequeño y que estará disponibles en el Cajón IN/OUT por si alguien estuviese interesado en su adquisición.



La siguiente fotografía muestra la planta antes del trabajo.

Detalle general

Japón es el país de procedencia de este junípero, allí el viverista, de una planta madre, sacó multitud de esquejes. Este es el método de obtención más rápido y mejor en esta especie ya que en el plazo de un año, una vez enraizados, los esquejes desarrollan un vigor altísimo y se puede empezar a trabajar prematuramente con garantías.

Si alguien está interesado en esquejar esta especie, el procedimiento es sumamente sencillo:
Cortamos esquejes semileñosos de unos 8 o 10 cms y los pinchamos en akadama pura. No es necesaria ninguna hormona de enraizamiento, solo hemos de mantener la humedad alta en la akadama y proteger los esquejes del sol fuerte durante las primeras semanas para evitar que se deshidraten.

Por norma general, la hoja de la variedad protagonista de este artículo, itoigawa, es la más apreciada en plantas de este tamaño gracias a la delicadeza y al color de sus hojas, al igual que en plantas de tamaño grande son más apreciadas variedades con hojas más gruesas y con más cuerpo.

Estas plantas que han sido cultivadas durante varios años en contenedores individuales pasan a ser trabajas iniciando el shari y compactando la ramificación para ser vendidas como pre bonsáis de calidad. A veces, en plantas de pequeño tamaño pero con troncos más gruesos, podemos encontrar la hoja de la variedad itoigawa injertada en el tronco de otras variedades con maderas fisiológicamente más duras ya que al ser plantadas en el suelo para un engorde rápido, al abrir el shari, la madera si no es de calidad se degrada también muy rápido.

Es importante tener en cuenta este detalle a la hora de abrir shari en plantas que se han engordado con rapidez o en plantas de jardín. Esto no quiere decir que la madera se degrade en 2 o 3 años pero con el paso de algunos más, terminará por convertirse en un problema si no buscamos una solución preventiva al degradado de la madera ya que cuando ésta empiece a pudrirse, por muchos productos que pongamos, poco podremos hacer para detener el proceso.

Las siguientes fotos muestran que el tronco de este shimpaku, ha sido previamente trabajado para crear la seña de identidad de los juníperos, la madera seca en forma de shari.

Detalle del tronco


Lo primero que haré para tener una visión concisa de por dónde comenzar el trabajo será realizar una limpieza general de la planta, tronco, zonas de madera seca y hojas.

La siguiente foto muestra el resultado obtenido.





La foto anterior muestra un posible frente desde el cual se ve el movimiento del tronco, sin embargo en el primer tramo no se ve bien el shari y el tronco queda demasiado soso.

Si giramos la planta podemos apreciar el shari pero el movimiento del tronco queda de perfil y la otoshieda (rama que cae) queda muy mal situada.


La solución pasa por seguir estrechando la vena viva y ensanchando el shari por lo que he de continuar el trabajo iniciado anteriormente.

Usaré una cuchilla muy afilada para realizar este trabajo.

Detalle del trabajo realizado sobre el tronco

Mis siguientes pasos serán alambrar la planta, colocar la ramificación y poner el líquido de jin.

En esta sesión de trabajo he comenzado la realización de un shari en la otoshieda (rama en cascada) que se irá ensanchando poco a poco y con el tiempo dará más valor tanto a la rama como a la planta en general

Las siguientes fotografías muestran el resultado obtenido.

Detalle del shari comenzado en la otoshieda

Una vez realizado el trabajo, solo me queda invitar a las personas que comienzan en este mundo del bonsái a aprender y practicar trabajando el Juniperus Chinensis ya que tiene una particularidad que muy pocas especies tienen. 
El shimpaku en nuestro camino de aprendizaje nos permitirá cometer errores y aprender respetando pero sin miedo y, francamente esto no está pagado con nada.

Antes y después






















Foto final

Si alguien está interesado en la adquisición de esta planta puede acceder al Cajón IN/OUT  <----- haciendo click aquí.

Desde aquí mando un saludo a P y le agradezco su confianza.

Reestilizado de una sabina

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En esta ocasión trabajaré una sugerente sabina perteneciente a una colección privada.

En la siguiente fotografía podemos apreciar su estado antes del trabajo, también podemos ver el frente que se le dio con anterioridad.





Sobre la fotografía, el frente puede parecer más o menos correcto, pero si observamos la planta al natural, desde mi punto de vista, hay una pequeña contrariedad que hace que el observador y la planta no terminen de establecer una conexión directa ya que ésta se muestra algo distante.

Si observamos la planta desde el lateral podemos apreciar como desde el nebari hasta la zona más alta, a medida que subimos, el movimiento del tronco huye hacia atrás y al ser éste por su singularidad el punto donde enfocaría la mirada del observador, la sensación que queda es frustrante. Se podría interpretar como algo bello que se aleja.




En tal caso podríamos cambiar el ángulo de plantado y mostrar la planta más erguida.





La planta tendría la virtud de abrazar algo más al observador, sin embargo, la característica principal que define a esta planta, el movimiento, quedaría evidenciado en exceso, mostrándose tan plano y frontal que terminaría por ser demasiado previsible y superfluo, y por lo tanto vulgar.


Detalle lateral con la planta erguida

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, el objetivo principal de este trabajo será permitir que entre el observador y la planta exista un vínculo de comunicación, realzando y poniendo en valor las características más importantes de esta sabina, su singular movimiento y el interesante juego vivo/muerto de las venas.

La siguiente fotografía muestra el nuevo frente, que correspondía a la parte trasera en el diseño anterior.


Parte trasera en el diseño anterior


El primer paso será limpiar la leña seca y definir la vena viva con exactitud.

Es muy usual encontrarse con una vena aparentemente viva que al observarla con detenimiento comprobamos que está muerta. Esta ocasión no es una excepción por lo que he de encontrar el perfil de la vena, éste suele coincidir en muchos casos con una atenuación del engrosamiento propio de la vena, no obstante tengo que ir comprobando con exactitud tramo a tramo.

Una vez lo tengo totalmente claro, voy eliminando poco a poco la corteza seca y termino puliendo y refinando el perfil.


Detalle antes del trabajo


La vena empieza a verse con más nitidez.


Detalle después de definir el perfil de la vena viva


El siguiente paso es el refinado de algunas partes como por ejemplo este jin.




Después de un rato...




También el shari necesita un poco de atención ya que es demasiado plano y sin carácter.




Un rato después...




La siguiente fotografia muestra el cambio obtenido hasta el momento.



Una vez finalizado el trabajo de refinamiento del tronco ya puedo empezar el alambrado y la recolocación de la ramificación.

Después de unas cuantas horas, puedo dar por concluida esta sesión de trabajo.

Las siguientes fotografías muestran el resultado obtenido una vez finalizado el trabajo de re-estilizado.








Aun faltan algunos años para conseguir un mayor refinamiento pero los objetivos principales creo que han sido alcanzados.


Antes y después


Una vez el propietario se ponga frente a esta sabina, podrá notar como con este trabajo, el vinculo entre el observador y la planta ha sido reforzado.


Foto Final


Solo me queda recordar mi email sdlrs1970@gmail.com por si alguien estuviese interesado en este tipo de trabajo.


Shimpaku 2

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El turno ahora es para este Juniperus chinensis de la variedad Itoigawa.




Las medidas antes de comenzar el trabajo son 20 cms de alto por 22 cms de ancho, sin contar la maceta.

Bien, lo primero que voy a hacer es una limpieza a fondo y después volveré a examinar cuales son los detalles que puedo mejorar.

La siguiente foto muestra el estado de la planta con los trabajos de limpieza realizados.




Ya puedo empezar a programar las mejoras.

El primer paso será dar un poco de carácter al shari y a continuación refinar los tres puntos marcados. Estos detalles restan naturalidad al tronco y evidentemente hay que mejorarlos.



Después de un rato de trabajo ya podemos ver un cambio importante.
A partir de aquí solo el paso del tiempo hará que estas cicatrices vayan cogiendo quilates.




Cuando trabajo una planta de tan pequeñas dimensiones, considero importantísimo prestar mucha atención a los pequeños detalles y tratarlos como verdaderas miniaturas, hay que tener en cuenta que un defecto en una planta de este tamaño sería a los ojos del observador muy evidente.




El shari en la zona baja no me termina de gustar pero la solución es sencilla, solo hay que ensancharlo un poco.

Antes del retoque del shari

Un instante después...





Ha llegado el momento de alambrar, colocar la ramificación y rematar el trabajo.


mmmm... Que tarde es, y que hambre...

Ayer me preparé curry udon, es un plato japonés, por lo que voy a almorzar y después seguiré con la planta.




¡¡¡Que bueno estaba!!!

Bien, seguiré con el shimpaku. Vamos allá...

A ver, a ver...

... después de un rato puedo dar por concluido este modelado.

Como se puede apreciar en las siguientes fotografías, aun falta un poco de tiempo para que la copa madure, sin embargo, es una planta que desde ya se puede disfrutar en el banco de cultivo.

Antes y después




Medidas sin contar la maceta:

Altura: 15 cms.
Ancho: 22 cms.


El diseño de este shimpaku evidentemente se sale del estereotipo típico, precisamente por un motivo similar hoy he comido curry udon y os invito a que lo probéis, es un poco picante, levemente salado y fresco, casi como el resultado obtenido con este shimpaku.


Foto final


Shimpaku 3

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El artículo de hoy estará centrado en el primer paso hacia el refinado de este shimpaku de importación.

La siguiente fotografía muestra el estado de la planta antes de comenzar el trabajo.




Como podemos apreciar, esta planta ha sido previamente trabajada para convertirla en un prebonsái de calidad y está lista para comenzar su camino de refinado.

Mi trabajo consistirá en dar un "primer modelado", lo pongo entrecomillado porque realmente el diseño está más o menos definido de antemano, evidentemente siempre podemos intentar dar una vuelta de tuerca al diseño, pero en esta ocasión creo que será suficiente con rascar la superficie y dejar que la planta brille por sí sola.

La siguiente fotografía nos muestra un interesante shari que va desde el nebari hasta prácticamente donde la atama comienza, atama es la palabra en el vocabulario bonsái para referirnos al ápice. 




Bien, prácticamente casi nunca cambio el guión en el trabajo por lo que comenzaré haciendo una primera limpieza general de la planta para poder tener claridad en los pasos a seguir.
No obstante, solo con observar la estructura de la planta ya puedo interpretar un diseño más o menos básico. Según este diseño tengo claro que he de eliminar una de las ramas principales, por lo que no realizaré ningún trabajo de limpieza sobre esa rama para no perder tiempo ya que será podada.

En la siguiente fotografía se pueden apreciar dos ramas marcadas, quizás no se pueda percibir correctamente en la fotografía que ambas se dirigen hacia el frente de manera muy similar, una marcada en azul y otra en rojo, bien, esta última será eliminada.




Vista lateral

Al eliminar esta rama consigo dar profundidad al diseño ya que el espacio vacío que queda estará cubierto por una rama mejor situada y más atrasada con respecto a la primera rama, de esta manera como he comentado anteriormente el diseño de la planta gana profundidad.




La siguiente fotografía muestra el estado de la planta antes de comenzar el alambrado y la colocación de la ramificación.




En la foto anterior, es fácil advertir que con el movimiento del tronco, la disposición de las ramas y la planificación de los espacios, se podrá conseguir un diseño basado en el estilo moyogui o erecto informal. Este estilo tiene como punto "débil", vuelvo a poner entre comillas, la excesiva frontalidad con respecto al observador, por lo que ahora será más comprensible mi decisión de eliminar una de las ramas principales.

Después de un rato de trabajo la siguientes fotos muestran el resultado obtenido.

Se puede apreciar la rama escondida trás la rama podada.

Antes y después


Con este primer modelado he sentado la base sobre la cual esta planta ha de desarrollarse, a partir de ahora un buen cultivo y un correcto pinzado en verde será la clave para que dentro de un par de años está planta se convierta en una pequeña joya.





Juniperus Chinensis variedad Itoigawa
Procedencia: Japón.
Altura: 32 cms maceta incluida.
Maceta: Japonesa.

Foto final

Trabajo de una sabina con vistas al futuro

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Esta vez el trabajo que llevaré a cabo no incluirá buscar un diseño ya que la planta no está aún preparada para ello.
El trabajo consistirá en preparar la planta de antemano para que en el futuro sea posible comenzar el diseño con un mínimo de garantías de éxito.


Las siguientes fotografías muestran la planta que trabajaré en esta ocasión, como podemos apreciar se trata de un Juniperus sabina de procedencia nacional.




Detalle del tronco desde ambos lados


La primera y en mi opinión más importante tarea cuando comenzamos a trabajar una planta que pretendemos convertir en un bonsái es la creación de una buena ramificación básica.

Mis objetivos en esta primera toma de contacto serán varios pero quizás el más relevante será comenzar con la selección de la ramificación que como podemos observar está bastante desordenada y confusa.




Desde mi punto de vista, en un proyecto de bonsái, solo se puede construir una buena ramificación partiendo de una estructura básica perfecta. En la mayoría de los casos la corrección adecuada no se puede puede conseguir en la primera sesión de trabajo por lo que habrá que trabajar ese aspecto durante varios años. Una vez la ramificación básica esté conseguida y si el resto de la planta también lo permite, solo a partir de entonces, ya podremos comenzar con el proceso de cultivo de refinamiento y miniaturización también llamado cultivo de mochikomi.

El cultivo de mochikomi requiere una gran paciencia y constancia ya que empezaremos a ver un resultado aceptable pasados al menos 10 años. Evidentemente para un viaje de tan largo recorrido es mejor dejar todo planificado de manera completa y perfecta ya que volver atrás con correcciones pasados varios años sería una lastimosa pérdida de tiempo. 

Bien, pasemos al trabajo propiamente dicho.

Las siguientes fotos muestran el estado caótico de la ramificación que presenta esta planta.




Bien, el primer punto de mejora será seleccionar la ramificación que me permita empezar a crear una estructura básica y a la vez mantener un rendimiento aceptable en el cultivo.

Las siguientes fotografías muestran el estado de la planta una vez concluida esta tarea.





Aunque ya he realizado una primera limpieza a groso modo de la vena viva y el shari, ahora continuaré puliendo y refinando aún más estos dos puntos.
El último paso para dar por concluida esta sesión de trabajo será aplicar el líquido de jin y limpiar la vena viva con un poco de aceite natural.

La siguiente fotografía muestra el antes y después una vez realizado el trabajo.


Antes y después de la limpieza del tronco

El siguiente paso será realizar el trasplante a un sustrato que nos garantice un rendimiento en el cultivo bastante alto, acorde a las enérgicas técnicas que serán aplicadas para obtener el diseño.

El trasplante tendrá lugar a principios del próximo año y conociendo de antemano dónde será colocada la planta, el sustrato que se usará será akadama pura de grano medio, esto nos asegura un alto nivel de enraizamiento y una buena oxigenación del cepellón así como una humedad homogénea.

Las siguientes fotos muestra el resultado obtenido en esta primera toma de contacto.






Gracias por vuestra lectura y hasta el próximo artículo.



Houou

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En esta ocasión el artículo tratará sobre la remodelación de la planta que podemos ver en la siguiente fotografía.




Como podemos apreciar, se trata de un Pino Negro Japonés (Pinus Thumbergii) que desde hace más de una década forma parte de una importante colección privada.

El tamaño de este pino es 90 cms. de alto por 85 cms. de ancho.

Hace 15 años, este pino, sin ningún lugar a duda, era una planta de importación con unas cualidades bastante aceptables. 
Por aquella época en España, las importaciones de plantas de calidad llegaban con cuenta gotas, hoy en día sin embargo, la rápida expansión del bonsái, la gran afición y el creciente nivel que muestra nuestro país y por supuesto, el buen hacer de los profesionales que realizan una importación totalmente selectiva, eligiendo las plantas una a una directamente de los viveros japoneses, tenemos la posibilidad y la suerte, no solo de obtener plantas de importación muy asequibles con una buena relación calidad/precio sino también plantas de un altísimo nivel para los aficionados y coleccionistas más exigentes.

En nuestro caso y centrándonos en la planta protagonista de este artículo, podemos decir que debido al paso del tiempo y la evolución en la calidad del material, este pino negro, antaño una pieza con mucho futuro, por desgracia se ha convertido en una planta más del montón, por lo que mi objetivo principal, con la ayuda de un prudencial paso del tiempo, será comenzar una nueva etapa que ha de finalizar con el aumento de la calidad general de la planta.

Las siguientes fotografías muestran el nebari y parte del tronco antes de comenzar el trabajo. 


Detalle del nebari

Detalle del tronco

Para comenzar el trabajo, lo primero que haré será analizar la planta desde el punto de vista del cultivo ya que evidentemente necesita ser revisado.

Lo primero que me llama la atención es la altura del cepellón y su compactación.




Es evidentemente que la causa de la desproporcionada altura del cepellón se debe a que no ha sido trasplantado desde hace bastante tiempo.

Por norma general, un pino con cierta edad no ha de ser trasplantado de manera habitual si goza de un cultivo equilibrado, pero cuando el cepellón presenta el estado que presenta éste, claramente el tiempo desde la última vez que se trasplantó ha sido excesivo y por supuesto, esto trae consigo varios problemas que afectan al correcto cultivo.

La flecha de color rojo en fotografía anterior nos señala a groso modo la zona del tiesto que está totalmente saturada de raíces que han crecido en exceso. 
El motivo evidente de ese crecimiento es que al no ser trasplantado en su debido momento, la raíz ha crecido y ha llegado al fondo de la maceta desplazando el cepellón hacia arriba. Esta zona que queda por ese desplazamiento completamente libre de sustrato tiene una oxigenación excesiva y a causa del riego también una acumulación de agua excesiva por lo que el diámetro de la raíz se hace muy grueso y las raíces de esta zona se vigorizan mucho, a partir de entonces la raíz crece y crece y comienza a dar vueltas en el fondo, desplazando cada vez más el cepellón hacia arriba.

Uno de los puntos importantes en el cultivo y la estética de los pinos es equilibrar el vigor de la planta. Esto significa que los brotes crezcan de manera similar tanto arriba como abajo y tanto en el interior como en el exterior, solo de esta manera conseguiremos obtener el espesor característico en la copa de un pino negro, para poder llevar a cabo este punto existen unas técnicas específicas de pinzado y aclarado de agujas, y serán efectivas siempre que el cultivo sea el adecuado, en caso contrario será bastante difícil llevarlas a cabo por que jamás responderán como es debido y como nosotros esperamos que lo hagan.

En las siguientes fotografías podemos observar la situación de desequilibrio que existe en este pino.

Detalle de diferencias de vigor en misma rama y mismos puntos

Cuando tenemos diferencias de vigor importante, algunos brotes son perjudicados considerablemente como en el caso de la fotografía posterior.




En los lugares menos agraciados por el sol, el vigor de los brotes es muy muy bajo.




En las puntas de las ramas y en el ápice, contrariamente el vigor es excesivo.



Evidentemente si quiero que este pino comience a subir su calidad no queda más remedio que empezar a asegurar un buen cultivo partiendo de un trasplante el próximo año, pero mientras llega ese momento voy a mejorar un poco el cultivo y lo primero que haré sera arreglar la parte alta del cepellón.




Después de una limpieza superficial, corregiré un problema que impide que se pueda regar adecuadamente ya que debido a la compactación del cepellón, el agua no es absorbida correctamente y resbala por encima del sustrato derramándose por los laterales.




Lo que haré será eliminar el sustrato de los bordes y practicar varios boquetes que van a permitir que el agua penetre de manera adecuada saturando el interior del cepellón.




La siguiente fotografía muestra el resultado final una vez terminada esta tarea.




Esta tarea va a permitir que la planta mejore la absorción de agua y nutrientes, sin embargo será necesaria cierta precaución en los meses más calurosos. Subiremos un lateral de la maceta para ayudar a que el agua no se acumule en el fondo y pueda salir fácilmente por los agujeros de drenaje.




Por otro lado, aunque este no es un caso de compactación extrema del cepellón, si está lo suficientemente compacto como para producir algunos problemas en el cultivo por la imposibilidad por parte de la raíz de absorber correctamente el agua y los nutrientes y independientemente, está situación también puede acarrearnos problemas de carácter fitosanitarios.

En la siguiente fotografía podemos apreciar como varias agujas están dañadas.



Hay varias razones por las cuales las hojas de un pino pueden mostrar estos síntomas, las más usuales son por un ataque de ácaros o por un problema de micosis, esto quiere decir una enfermedad producida por un determinado hongo patógeno.

En nuestro caso particular, podemos apreciar como solo están dañadas las hojas viejas, sin embargo las nuevas están en perfectas condiciones. Este síntoma particular, unido a la compactación de la tierra y a la vejez del pino, me lleva a la conclusión que se trata de un hongo muy usual en los pinos viejos, podríamos decir que en casi todos, y que vive en la planta durante todo su ciclo vital, mostrándose solo cuando se dan ciertas circunstancias favorables para su desarrollo. Su nombre es Lophodermium pinastri, que aunque no es algo de extrema gravedad si es mejor tratarlo para evitar complicaciones.




Su tratamiento ha de hacerse de manera preventiva con un producto llamado Ridomil Gold Plus que además, debido a su composición y su amplio espectro, nos servirá como fungicida preventivo fundamental en coníferas e incluso útil para su uso en toda la colección.
Para mejorar la tierra y el cultivo, adicionalmente podemos usar una vez al mes algún producto basado en un principio activo llamado chitosán que se obtiene de la quitina presente en el exoesqueleto de los crustáceos y que es un suave fertilizante biofungicida.

Bien, el siguiente paso será realizar una selección de las acículas viejas a modo general para permitir que la luz y el aire penetren en el interior de la ramificación y promover el desarrollo de los brotes menos agraciados. A partir del próximo invierno, el aclarado de agujas viejas se comenzará a realizarse de un modo mucho más selectivo.




La fotografía anterior muestra el antes y después del aclarado de agujas.
Por ahora puedo dar por concluido el trabajo desde el punto de vista del cultivo.




La siguiente fotografía muestra el estado de la planta con los trabajos realizados hasta el momento.




El primer tramo del tronco es el principal hándicap a la hora de completar el trabajo desde el punto de vista estético, la abultación en esta zona resta mucho valor a la planta. 
Habrá que recapacitar con mucha tranquilidad la forma de mejorar, un poco este defecto.




A simple vista también son apreciables muchas cicatrices en el tronco. 





Algunas pasan casi desapercibidas, sin embargo la gran mayoría son muy visibles por lo que el siguiente paso será repasar y intentar mejorar las más evidentes.
Al estar la madera de los tocones extremadamente seca, he decidido realizar esta tarea con herramientas eléctricas por lo que después de un rato de trabajo y confiando en el posterior paso del tiempo, este es el resultado obtenido.


Antes

Después

Antes

Después

Antes
Después

Antes

Después

Una vez llegados aquí, buscaré un ángulo de plantado adecuado y comenzaré el alambrado y la posterior colocación de la ramificación.





Después de varias horas de alambrado ya puedo dar por finalizada esta tarea y la verdad es que me siento satisfecho con el resultado obtenido.

Mi intención en el diseño era dar un movimiento suave al conjunto ya que este pino tiene un tronco que asciende con un movimiento paulatino y delicado siempre hacia la misma dirección, sin embargo, en el último tramo cambia de dirección recordando un poco el gesto de alguien que camina alejándose y gira levemente la cabeza mirando de perfil hacia atrás...



... desde mi punto de vista creo que es un movimiento muy interesante y sugiere al observador el planteamiento de preguntas.


La siguiente fotografía muestra el resultado obtenido.




Una vez alcanzado este punto ya solo me queda una última tarea para finalizar el remodelado completo, intentar corregir lo máximo posible las cicatrices y el feo engrosamiento del tronco.

Las siguientes fotografías muestran a modo de recordatorio los siguientes y últimos puntos por mejorar.


Detalle cicatrices del tronco

Detalle engrosamiento.

Por mucho que se pueda mejorar la ramificación y la calidad de las hojas en este pino, el tronco es la parte de mayor peso en la calidad del conjunto y por tanto no existirá un aumento de calidad en la planta si dejamos el tronco tal y como está, por lo que antes de poner la mano encima sobre ella, ya había previsto un plan de acción para intentar mejorar el tronco.

En el siguiente esquema podemos ver en color verde la única rama importante que he tenido que eliminar para que el tronco se muestre con claridad. En rojo se aprecia la porción del tronco que se verá desde el frente y finalmente en azul un espacio vacío justo en la parte frontal y lateral, fruto de la rama podada y que recordará el vacío dejado por las cicatrices que vamos a trabajar a continuación y que darán un poco de naturalidad y coherencia al próximo trabajo del tronco.






Es evidente que aún faltan varios años para que la planta densifique la copa y naturalice los evidentes trazos dejados por la mano humana, pero estoy seguro que con el paso del tiempo, esta planta recuperará el esplendor que perdió hace ya mucho tiempo. 

Las siguientes fotografías muestran el resultado obtenido.







Antes y después

Gracias por vuestra lectura y disculpad por el ladrillo.

Altura: 75 cms.
Ancho de la copa: 55 cms.
Perímetro tronco: 35 cms.
Anchura nebari: 33 cms.

Foto final

Trabajo de Madera 1

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En esta ocasión, el trabajo principal consistirá en el tallado de la madera del olivo que podemos ver en la siguiente fotografía. Intentaré refinar donde considere que haga falta y mejoraré la claridad de las líneas. De paso, haré un boceto in situ sobre la planta, estudiando el diseño aproximado que la copa tendrá en un futuro. 

La siguiente fotografía muestra el estado general de la planta antes del trabajo.




Antes de llegar aquí, esta planta fue trabajada a groso modo hace un par de años. ---> Click aquí para ver.


El año pasado aproveche para trasplantarlo cambiando el ángulo de plantado para que se pueda apreciar la línea de subida de sabia.

Angúlo de plantado original

Fue necesario cortar parte del cepellón para adaptarlo a una maceta más reducida que la caja de fruta donde fue plantado después de su recuperación.



Detalle del corte del cepellón

Zona trasera después del trasplante

Volviendo a la primera fotografía, este es mi punto de partida.




A la altura del nebari no se aprecia la nitidez necesaria para diferenciar lo vivo de lo muerto.
En esta parte podemos ver algunos trozos de leña seca natural que tiene esta planta.




Primero limpiaré la parte natural ya que me servirá como muestra para la zona nueva que tallaré siguiendo el mismo patrón, después si es posible la mejoraré dándole un poco de más profundidad.

La siguiente fotografía muestra la zona de la parte intermedia, tengo que aplicarme de lleno ahora que es más fácil distinguir las vetas y las fibras de la madera.




La zona más alta también necesita ser refinada.




Bien, manos a la obra...
Lo primero será eliminar los chupones y ramas innecesarias. A continuación haré un defoliado parcial para poder trabajar con más facilidad.




En la primera parte del trabajo usaré poderosas fresas para un resultado en basto.





En la segunda etapa, fresas de cuello largo para profundizar y fresas medianas para trabajar un poco más el detalle.




En la tercera etapa, fresas pequeñas para conseguir detalles pequeños.



Para finalizar, usaré el soplete, cepillos de cobre y lijas para intentar naturalizar un poco el trabajo.




La siguiente fotografía muestra el resultado del trabajo a medio camino.





Después de varias horas doy por concluida esta tarea confiando en que el paso del tiempo trabajará a favor de mi intervención.

Ya solo me queda el rápido alambrado, colocación de la copa y poner el líquido de jin.
Aplicar el sulfocálcico es una cuestión de gusto personal y personalmente a mi me gusta el resultado que se obtiene después de algunos meses mojándose la madera con el agua del riego y a pleno sol, permitiendo que el contraste de color se torne en el adecuado.

Las siguientes fotografías muestran el resultado obtenido después del trabajo realizado.













La siguiente fotografía muestra el antes y después de esta sesión de trabajo.


Antes y después

Evidentemente aun faltan varios años para que la madera envejezca y la copa vaya cogiendo madurez, pero con este trabajo, el camino de esta planta ya puede verse con más claridad.

Si alguien está interesado en esta planta, está disponible en el Cajón IN/OUT, de la misma manera, si alguien está interesado en un trabajo de este tipo, puede ponerse en contacto conmigo.

Gracias por vuestra lectura.

Foto final

Modelado de un Junípero de Taiwán

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La siguiente foto muestra la planta que trabajaré en esta ocasión, se trata de un Juniperus de Taiwán perteneciente a una colección privada.

El propietario me explicó que lleva formando parte de su colección más de una década.




En fotografía puede parecer una planta grande pero os puedo asegura que no es grande, es inmensa.

Las medidas son las siguientes:  110 cms. de altura y 100 cms. de anchura de la copa.




Aunque a simple vista se puede apreciar una copa muy voluminosa que hace que la planta se vea un poco tosca, el corazón de este junípero es verdaderamente sutil y refinado.




Desde el nebari, se pueden apreciar dos líneas de subida de savia que avanzan graciosamente en un juego de mostrarse y esconderse.




Ambas venas vivas están completamente formadas y muestran en su forma cilíndrica la naturalidad y la madurez de muchos años de desarrollo.




Solo con un breve examen de esta planta y teniendo un mínimo de criterio y conocimientos estéticos básicos ya se puede percibir a grandes rasgos hacía donde orientar el diseño para aprovechar las cualidades de esta planta, después está el gusto individual de cada uno para buscar un diseño apropiado.

Bueno... Lo primero que haré será eliminar una primera remesa de clara ramificación sobrante.



La rama podada, marcada en rojo en la fotografía posterior, al igual que la rama en el lado opuesto, se dirigían hacia el observador. Mantener ambas ramas en el diseño comprometerían mucho los conceptos de asimetría y profundidad.

La asimetría es muy importante en un diseño a nivel general, basándonos en que la naturaleza en sí es asimétrica, no obstante, existen ciertas zonas de un diseño bonsái, donde la simetría también juega un papel importante ya que crea un orden, este orden proporciona ese toque de refinamiento, quizás un poco marcial pero atrayente, como cuando vemos un desfile militar.

Después de la poda, convertiré la porción de rama que queda en un jin.
Quedará el vestigio de una rama que existió y que ya no permanece más que en nuestro recuerdo.

Los jines son detalles muy importantes que nos despierta ese sentimiento de impermanencia y de tristeza por las cosas que no volverán jamás y a medida que más vieja es la apariencia de ese jin más intensa será la sensación de añoranza y más condensado y simplificado será el recuerdo.
Esta simplicidad que buscamos nunca se interpretará como un sinónimo de miseria sino todo lo contrario, de subjetividad muy rica.










Bien, el siguiente paso será hacer una limpieza de las hojas y la ramificación sobrante teniendo en cuenta las zonas de vigor.

El principal hándicap de este trabajo radica en que la hoja de vigor está en las puntas de las ramas y el interior está muy debilitado debido a que desde hace mucho tiempo no se ha realizado ninguna tarea de pinzado y selección especifica para renovar el vigor de la copa.


Aspecto después de la tarea de limpieza y aclarado de la copa

Lo que conseguiré con este pinzado y la posterior y más eficiente colocación de la ramificación a través del alambrado, permitirá que el sol y el aire lleguen a todas y cada una de las hojas y este será el primer paso para rejuvenecer la copa completamente.

El siguiente paso será una exhaustiva limpieza de la corteza.




Con referencia a la limpieza de la vena viva, podemos identificar dos líneas de trabajo que dependerán del gusto personal.

Podemos preferir la corteza sin pulir que proporcionará un aspecto más rústico y natural con un refinamiento más discreto (entiéndase como un concepto y no como una medida) o una corteza pulida y casi brillante que resta un poco de naturalidad sin embargo gana en un refinamiento conceptualmente más disciplinado.

Evidentemente, en este caso al estar la corteza manchada de cal, no me queda más remedio que limpiarla y pulirla bien.





Ha llegado el momento de empezar a concretar algunos de los detalles estéticos que definirán el diseño y así lograr que esta planta evolucione favorablemente.

En primer lugar la ichi no eda no guarda consonancia con el carácter del tronco y tampoco tiene la relevancia que ha de tener en el conjunto del diseño, en este aspecto hay que trabajar para evidenciar y singularizar esta rama tan importante.

Detalle de la rama podada para simplificar la ichinoeda

Después de simplificar la rama, crearé un esbozo de shari que recorrerá la rama longitudinalmente.
Esta tarea necesitará de más atención en el futuro para ir definiendo correctamente la vena viva.




La siguiente tarea será seleccionar la ramificación, alambrar y posicionar...

... después de 12 horas de trabajo repartido en 3 días, por fin puedo dar por concluido el trabajo de esta planta.

Antes y después

Usualmente, antes de tocar una planta que necesita un modelado, mi primera tarea es observar con tranquilidad los rasgos generales sobre los cuales asentar el diseño general de la planta.

En este caso concreto y desde mi punto de vista, la elegancia es la mayor virtud general de esta planta por lo que todo el planteamiento está basado en el concepto estético, Miyabi.













Altura: 85 cms.
Anchura copa: 72 cms.

Foto final

El Cuervo, Parte II

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Después de un periodo de inactividad vuelvo a retomar el pulso de los artículos en el blog esperando que esta temporada sea tan productiva como las anteriores.

Este es el 4º año del funcionamiento del blog, por lo que a partir de hoy y hasta el próximo año por las mismas fechas, el nombre del blog se modifica a Bonsallal年4.

Antes de comenzar con este nuevo artículo me gustaría agradeceos el haber seguido mis publicaciones y e
spero poder seguir contando con vuestra confianza.


Bien, a principios del año pasado publiqué un artículo que trataba sobre el trabajo de un acebuche llamado El Cuervo y que forma parte de una colección privada.

El Cuervo, Parte I

En aquella ocasión, la tarea consistió en empezar a dar forma al proyecto. En este artículo continuaré e intentaré avanzar unos pasitos más en su evolución.

Este era el aspecto que presentaba una vez finalizado el trabajo en la sesión anterior.



La siguiente foto muestra el aspecto que presenta El Cuervo a día de hoy.




A simple vista se puede apreciar que la ramificación básica a ganado grosor y que se empieza a apreciar como la ramificación de segundo y tercer nivel empiezan a desarrollarse.

En esta sesión de trabajo mi objetivo será a grandes rasgos continuar el trabajo sobre la madera seca, colocación de la ramificación, ángulo de plantado y también un poco de limpieza general.

Las siguientes fotografías muestran algunos detalles de madera seca que necesitarán atención.






El trabajo con maquinaria eléctrica nos permite dar forma de manera prácticamente instantánea.




Aunque es un trabajo muy espontáneo, siempre existe el riesgo de realizar texturas y marcas antinaturales que pueden desnaturalizar el trabajo con la consiguiente sensación de artificialidad.

No hay nada que se pueda hacer a corto plazo ante este gran hándicap, solo tener paciencia y continuar trabajando a medida que la madera va envejeciendo, siguiendo su textura y patrón de envejecimiento y teniendo la confianza de que si el trabajo está bien hecho, los resultados finalmente llegarán.

Aunque el trabajo con fresadoras eléctricas tiene muchos detractores, yo opino que aprender a dar una finalización natural a la madera trabajada a lo largo de varios años es un desafío interesante y abre un puerta hacia un bonsái quizás un poco más contemporáneo o vanguardista, donde podríamos aprovechar cualquier pieza a príori sin valor artístico, para poder, o al menos intentarlo, crear arte con un sello muy personal.

     -  Como suele decir mi gran amigo Manolo Delgado, la vanguardia es algo fugaz, es lo último...
          ...y claro, deja de ser vanguardia justo cuando sale algo más reciente y nuevo.

Después de un buen rato de trabajo, ya podemos apreciar una leve mejora, no obstante aun será necesario dedicar un poco más de trabajo adicional centrándonos en crear sobre el patrón básico de la madera trabajada algunas zonas con detalles más pequeños.

Las siguientes fotografías muestran ejemplos de trabajos de detalle realizados sobre el patrón general.




Después de un rato de retoque y esculpido de madera, puedo pasar al alambrado de la ramificación y la aplicación del liquido de jin.

Las siguientes fotografías muestran algunos detalles del resultado final.











Detalle de la re-colocación de la copa.



En esta primera comparativa de antes y después se puede apreciar la evolución obtenida en esta sesión de trabajo.

Antes y después

Esta es la comparativa donde se muestra el resultado obtenido desde la planta de origen.



Aún falta para que la ramificación de la copa madure y la textura de la leña seca alcance una sensación de vejez mucho más pronunciada, pero claro, ese trabajo queda exclusivamente reservado al paso del tiempo.

Foto Final


Solo me queda agradecer vuestra paciente espera amigos.



La Rana un año después

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En esta ocasión volveré a reencontrarme con otra planta trabajada anteriormente.
Esto va a ser habitual y viene bien para ver la evolución que siguen las plantas a lo largo de sucesivos trabajos.

El artículo anterior, La Rana <---- Click aquí para recapitular, mostraba entre otras cosas como una planta de una calidad baja puede evolucionar con sencillos trabajos técnicos al alcance de prácticamente cualquiera.

Mi consejo es practicar con este tipo de plantas, anotando y guardando registros de los trabajos realizados, de esta manera podremos ver a lo largo del tiempo la evolución de las plantas y también, muy importante, nuestra propia evolución.

Hace poco en una conversación vía Facebook con mi amigo Luis de mi tierra natal, Jerez de la Frontera, le comenté que solo el trabajo constante puede hacer que las plantas evolucionen y para que las plantas evolucionen es imprescindible la evolución de la persona y esto solo llega a través de la humildad y la flexibilidad. ¡¡¡Cuidado!!! Por que aquellos que piensen que ya lo saben todo, aquellos, tienen roma su sensibilidad.


En la siguiente fotografía se puede apreciar como quedó la planta una vez terminada la sesión de trabajo anterior.




La foto siguiente podemos apreciar como está la planta actualmente.





Lo primero que realizaré será un aclarado del verde eliminando las hojas viejas. Es un trabajo pesado por que se tarda un poco, sin embargo es una tarea sencilla y a la vez imprescindible para rejuvenecer y vigorizar la copa.




En el anterior trabajo hice una mueca a la parte baja de la rama para poder plegarla con más facilidad y puse un poco de musgo húmedo en la parte superior para facilitar la cicatrización de los daños ocasionados.




Un año después podemos apreciar como la zona ha cicatrizado sin que la planta haya sufrido el más mínimo traspiés.




El siguiente paso será eliminar la primera capa de sustrato donde se acumulan restos de abono y semillas de plantas no deseadas y después viendo que la planta está en perfecto estado de salud, voy a realizar un trasplante "light" para colocar la planta en el ángulo que más o menos había previsto en el anterior diseño. 

Aunque estamos en la primera semana de diciembre, este tipo de trasplante no tiene riesgo alguno ya que prácticamente no voy a deshacer el cepellón.



Una vez colocado en el ángulo deseado, puedo rellenar con akadama teniendo en cuenta algunas particularidades básicas tales como no dejar la planta encima de un montículo ya que el nebari ha de quedar ligeramente por encima de la altura del borde de la maceta. También es importante dejar un pequeño canal en los bordes del sustrato con la maceta, de esta manera al regar no rebosará el agua por los bordes de ésta.





Otra cosa a tener en cuenta es el plantado del musgo, no solo por la naturalidad que proporciona a nivel estético, también por la ayuda fisiológica en lo que se refiere al cultivo de la planta, haciendo especial hincapié en macetas de tamaño reducido o con poco fondo ya que se reduce drásticamente la evaporación de la humedad de la superficie por lo que la planta podrá gozar completamente de la totalidad del sustrato y desarrollará raíces próximas a la superficie.

Existen varios métodos de plantación de musgo. En esta ocasión tomaré una porción de musgo de otra planta teniendo en cuenta que sea una variedad que al igual que la planta que acompañará, resista el sol directo durante varias horas al día, y el color y la textura se adapten estéticamente al tamaño y a la variedad de planta que acompañará.
Atención a esto, ya que no todas las variedades son resistentes al sol y en muchas ocasiones se recuperan trozos de musgo de sitios de extrema sombra que al ser plantado, jamás muestran la belleza original tornándose oscuros y desarraigados.

Usaré esfagno como base de enraizado, debido a su alto poder de absorción de humedad sirve perfectamente de cama sobre el cual el musgo que plantaré se mantendrá hidratado y enraizará, desarrollándose perfectamente. El esfagno no proporciona al sustrato ningún tipo de nutriente y tampoco se reproduce al no estar dotado de esporas, además añade su alto poder anti bacteriano y anti fúngico.




Lo mezclo bien...


Detalle de esfagno mezclado con musgo


... lo humedezco y coloco haciendo una capa más bien gruesa, cubriendo bien la superficie del sustrato. Nuevamente he de tener en cuenta dejar bien marcado el canal justo en los bordes del sustrato con la maceta.





Estoy seguro de que mucha gente habrá reconocido la maceta así como a su autor, no obstante comentaré un poco para los que no conozcan su trabajo.

La manceta es de un conocido maestro alfarero de Tokoname (Japón) llamado Hirata Atsumi 25/09/1939, firmando bajo nombre de Bigei.
Comienza su camino como ceramista en 1958 y realiza sus primeras macetas sin esmalte en 1969.
En 1975 se independiza fundando su propio horno. Por desgracia, actualmente ya está retirado y su horno cerrado, así que los que tengáis macetas de Bigei ya sabéis que las macetas no tienen más de 30 años y que son de producción limitada.

Sello de la maceta




Algunos sellos utilizados por Bigei

Bigei es muy conocido por su particular manera de adornar las macetas, tallándolas y agregando motivos de una muy apreciada exquisitez y refinada elaboración y por la utilización en muchas de sus obras de un gres con una variedad de tonos rojizo-anaranjados sombreados de claro a oscuro (Shudei Bokashi), acabando con un simulado y muy bien conseguido brillo pátina.
Aunque suele ser habitual el trabajo de piezas de pequeño tamaño, lo que le ha hecho famoso, Bigei también fabricó macetas hechas a mano de tamaño medio e incluso grande.
También podemos encontrar macetas esculpidas, así como pintadas a mano, con motivos de paisajes e incluso también algunas con un esmaltado magnífico.


Ejemplos de macetas de Bigei usando el gres rojo (Shudei Bokashi)

Ejemplo de tiesto esmaltado de Bigei

Ejemplo de maceta de Bigei pintada a mano

En la siguiente foto se puede apreciar la maceta en cuestión.




Para finalizar con el trabajo limpiaré un poco la vena viva y aplicaré líquido de jin a las partes de madera seca.
Después de una limpieza de la maceta puedo dar por concluido esta sesión de trabajo.

La siguiente fotografía muestra el antes y después desde el origen hasta la fecha.




La siguiente fotografía muestra el antes y después obtenido en esta sesión de trabajo.

Evidentemente aun falta varios trabajos para refinar y espesar la copa.




Como podéis apreciar, el ángulo de plantado no es tan pronunciado como se había programado en un principio (primera foto del artículo).
El motivo de este cambio de planes está justificado en la principal característica del diseño, la simplicidad.
Un ángulo de plantado tan drástico requiere de una atención especial, esto significa que acapara más atención de la necesaria en la inclinación del tronco y la copa que equilibra el conjunto, en detrimento del tenjin y del shari.

Desde mi punto de vista, una inclinación más suave equilibrará y rematará mejor el conjunto.



Foto final


Las medidas de este conjunto son:
Altura incluido tiesto: 25cms.
Anchura: 16 cms.




Espontaneidad, madera y bonsái

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En varias ocasiones con anterioridad, he mencionado en algunos artículos acerca de la espontaneidad en un trabajo de madera con herramientas electricas. En este artículo volveré a repasar nuevamente el concepto y usaré como ejemplo el trabajo realizado sobre una planta de mi propiedad.

La palabra espontáneo hace referencia como principal significado a algo que sucede como un impulso voluntario y no tiene por que tener ningún patrón reconocido.

El arte espontáneo es algo que surge aquí y ahora, y no tiene por que tener ningún patrón, ni tampoco tiene la intención de perdurar en el tiempo como algo que se establece, su única intención es la provocación.
No se nutre de formas predispuestas ni estudiadas, aunque en nuestro caso, en el bonsái, si se requiere matizar que en parte es necesaria la búsqueda de la fuerza intrínseca de la propia naturaleza.

Esta claro que no es necesario ser un erudito en talla y que prácticamente cualquiera puede realizar un trabajo espontáneo de madera, pero no en todos los casos nuestra escultura tendrá el éxito esperado hacia el exterior ya que es necesario contar con el gusto del observador además de la educación de su ojo y con dos factores primordiales, la creatividad y sobre todo la libertad.
La capacidad de imaginar y soñar nos permite que nuestra creatividad sea rica y la falta de prejuicios nos permitirá la libertad necesaria para crear sin temor.


Ejemplo de un trabajo espontáneo del maestro Masahiko Kimura

El más claro exponente en el trabajo de madera con herramientas eléctricas es como todos sabemos el maestro Masahiko Kimura, que a partir de material virgen, un alto conocimiento de la fisiología de la madera y aunando la máxima expresión creativa y una más que evidente libertad de ataduras, ha creado obras de arte bonsái con una expresividad y una provocación sin precedentes.

La visión del autor traduce a su particular manera la acción de la naturaleza sobre el árbol, por lo que cuando observamos algunas de las obras del maestro Kimura,  pocos son los que se paran a recapacitar si sus fantásticas obras encuentran o no correspondencia con las plantas que estamos acostumbrados a ver en la montaña. Simplemente nos sentimos fascinados por la intensa expresividad que transmiten.




En este punto no ha de existir un desencuentro entre los que trabajan la madera con maquinaria eléctricas y los que opinan que la madera trabajada de esta forma no es digna, y vuelvo a repetir que no puede existir ya que el trabajo y la espontaneidad no están basados en reglas y son por encima del resto de parámetros el propio alma de la obra.

Es evidente que si una madera ha sido pulida y refinada por la propia naturaleza, el trabajo de talla por encima es casi tan absurdo como infructuoso, por lo que las plantas que mejor se prestan a este tipo de trabajo son aquellas que no poseen ningún valor estético importante, aquellas que no tienen ningún futuro como bonsái o que poseen grandes tocones de madera seca sin interés.
Creo que casi todas las colecciones cuentan con este tipo de plantas en sus estantes.

La planta protagonista de este artículo es este humilde y feo tocón de acebuche.



Cuando me dispuse a trabajarlo hace algunos años, sabía que poco se podría obtener de él, sin embargo decidí intentar cambiar el curso de su historia convirtiéndolo en una planta que al menos llamase la atención del observador.

Bien, después de un rato de trabajo alcance la primera meta volante...



... y algo después conseguí la estructura básica y los nuevos cimientos para esta planta.





Después de un par de años, este es el aspecto que muestra la planta a día de hoy.

Detalle de la planta a día de hoy

Detalle de la madera seca

Ha llegado el momento de retomar el trabajo de esta planta y empezar a definir los pequeños detalles de la la madera, en especial la línea de unión de la planta con el sustrato ya que no se muestra demasiado nítido.



Por otra parte, también es el momento de empezar a seleccionar la ramificación y colocarla con mucha más precisión y orden. 




El primer paso que daré será el refinamiento de la madera, así que manos a la obra...



Después de un rato ya puedo comprobar la mejora.



Es el momento de la selección y alambrado de la copa.



Hace un par de años decidí buscar una maceta que viniese bien a esta planta. 
Después de revisar el catálogo de Tokoname varias veces, finalmente me decidí por una, sin embargo, fue cuando la sostuve en mis manos cuando pude comprobar que iba a ser perfecta. 
Según mi idea, se ajustaría a esta planta como un guante a la mano. 

La apertura de la parte alta de la maceta junto al labio ancho hacia el exterior enmarcaría perfectamente el trabajo de madera centrándolo más. Esto es contraproducente ya que pone en evidencia bastante más los defectos y errores, pero creo que a falta de tiempo para que la madera envejezca, no esta mal del todo.
Por otra parte la verticalidad de la maceta y las patas simples y rectas no ralentizan la caída, que para una planta en semicascada no es la silueta más idónea ya que la semicascada es una caída ralentizada y necesita de detalles en la maceta que ralenticen como por ejemplo patas de nube. 
En este caso la madera seca trabajada es tan prominente hacia arriba que en general se ve una planta muy vertical y la forma de la maceta desde mi punto de vista es bastante correcta, incluso el relieve justo por encima de las patas ayudan a que tanta verticalidad no sea excesivamente monótona y aburrida.
La textura de la maceta con piel de pera gracias a la chamota añadida al barro, da un poco de rusticidad, creo que es ideal para un acebuche, así como el color, muy similar al color de la tierra.



Sello Yamaaki-Koshousen.




Empresa: Yamaaki
Maestro: Koshousen.
Nombre verdadero Kataoka Sadamitsu (16/02/1943). 1er. hijo del fundador de Yamaaki (Kataoka Akiji).
Se graduó en cerámica en la escuela secundaria en Tokoname y continuó sus estudios bajo la supervisión de su padre Kataoka Akiji (Shousen), desde 1985 hasta la fecha utiliza el sello (Koshousen).

La utilización de una mezcla de tierra de Tokoname junto a una arcilla violeta procedente de la ciudad China de Gikou en la provincia de Jiangsu, confiere a su cerámica un sabor muy similar a la maceta Udei china.



Detalle de textura piel de pera

Bien, después de aplicar el liquido de Jin y limpiar la maceta puedo dar por concluido esta sesión de trabajo.

La siguientes fotografías muestran el aspecto de la planta después del trabajo.


Detalle de la madera seca protagonista del conjunto


Antes y después


Foto final

El Arpa, evolución.

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El ejemplar protagonista de este artículo ya fue trabajado con anterioridad.



Click aquí para recapitular -----> http://bonsallal1.blogspot.com.es/2012/05/el-arpa.html

En su anterior estado no mostraba ese especial atractivo que diferencia el puro estereotipo de una planta con personalidad propia.
Fue entonces cuando definimos un nuevo camino para este Juniperus Chinensis de importación.




La ventaja al trabajar un Junípero o sabina está en la libertad que te permite ya que no estas obligado a seguir reglas exactas en cuanto al nebari, la conicidad, la perfecta distribución de las ramas, etc.

No obstante también hay que tener muy clara la distribución y tamaño de la copa con respecto al tronco, los espacios vacíos, el ángulo de plantado donde sacar el máximo provecho posible y algunos otros factores más. De otro modo, la planta no brillará de un modo especial cuando sea admirada.

Una vez se tiene claro el diseño, es importante centrarse en construir una correcta estructura de ramificación básica, distribuyendo la ramificación en todas las direcciones para que la planta ocupe un correcto espacio y profundidad tridimensional, esto le permitirá dar la impresión de ser un árbol de grandes dimensiones pero miniaturizado.

Aunque podemos apreciar un cambio significativo en la imagen anterior, el trabajo no esta ni mucho menos completo.
Aun serán necesario varios años y varias sesiones de trabajo exacto de alambrado, poda y pinzados para poder sacar el máximo partido a esta planta. Será entonces cuando pueda concluir mi parte del trabajo y dejar a la planta que tome prácticamente el control y consiga la naturalidad que sola ella, por si misma puede alcanzar.

Uno de los pasos importantes que la planta exigía con urgencia era un trasplante a una maceta de dimensiones más reducidas con el respectivo reajuste del ángulo de plantado. Esto se realizo en la anterior primavera. La elección de la maceta fue correcta en su forma sin embargo el color no es del todo adecuado por lo que en mi opinión, con el tiempo, el propietario tendrá que ir pensando en cambiarla.


Maceta actual


La siguiente imagen muestra el estado de la planta a día de hoy.




En primer lugar, antes de nada vamos a retirar los tensores que aun quedan del anterior trabajo y vamos a limpiar el sustrato de plantas indeseadas, también voy a retirar los antiguos restos de abono.




NOTA SOBRE EL ABONADO EN JUNÍPEROS EN FASE DE CULTIVO DE VIGOR.
En la foto anterior podemos observar un método de sujeción de abono efectivo y útil cuando abonamos con una pieza de abono muy compacta, por ejemplo Kioryoku, en una zona seca como es el sitio donde vivo, Torremolinos (Málaga). 
El problema radica en que la bola de abono NO se humedece lo suficiente y no termina de fermentar adecuadamente por lo que los elementos no pasan al suelo correctamente. Otro problema que se padece es el ataque de pájaros que levantan las piezas de abono en busca de alimento por lo que el abono ha de estar muy bien sujeto al suelo para que esto no suceda.
En mi caso suelo poner la bola de abono seguida de otra bola de musgo esfagno, la rejilla y un trozo de alambre medianamente grueso y largo. De esta manera al regar, el esfagno permitirá un extra de humedad al abono y este fermentará en condiciones, además al estar muy bien sujeto al sustrato los pájaros no podrán levantarlos.
Cuando se trata de un abono no tan compacto como por ejemplo Hanagokoro no uso esfagno ya que este tipo de abono se humedece bien y fermenta fácilmente.
Si el abono fermenta correctamente se creará una capa de pelusa blanca alrededor, y en 3 o 4 días empezaremos a notar como hay una leve subida de vigor mostrando el verde de la copa más intenso y las puntas de las hojas brotando. Esto significa que el nitrógeno esta siendo cedido al suelo y la planta lo esta asumiendo, evidente no eliminamos las bolas de abono hasta pasados mes o mes y medio ya que el fósforo y el potasio cederán mas lentamente y con una programación más tardía.
Lo que yo hago es intercalar las bolas nuevas entre las bolas antiguas para permitir que el abono suelte por completo toda la esencia. Al final de la temporada suelo dejar las bolas viejas de abono hasta muy entrado el inverno, aprovechando la baja, que no nula, actividad de la planta.


En las fotografías siguientes podemos apreciar como la zona baja del tronco necesita un profundo saneamiento de la leña seca. 







Eliminaré el musgo y la madera degradada, y posteriormente aplicaré un protector incoloro mezclado con acetona para que penetre con más facilidad en la madera. 
A veces, después de aplicar el protector queda alguna zona con exceso de producto que se ve un poco brillante. Podemos eliminar ese brillo pintando la zona con un poco de acetona pura.

Bien, a base de cepillo de cobre de cerdas suaves vamos eliminando la suciedad que se ha ido acumulando en la corteza.



El siguiente paso será la eliminación de la hoja vieja y la selección de la ramificación final que nos permitirá una alambrado más eficiente.




Una vez realizadas las tareas preliminares, este es el aspecto que muestra la planta.




Un paso importante y necesario en la evolución de esta planta es la mejora de la rama en cascada.
Es necesario y muy importante que la rama y el tronco compartan el mismo carácter.




En esta sesión de trabajo empezaré a definir un shari a lo largo de toda la rama aprovechando cicatrices de ramas podadas en trabajos anteriores. 

Detalle de las cicatrices de podas anteriores

Esta tarea no podré terminarla en una sola sesión ya que la vena viva de la rama ira fortaleciéndose poco a poco a medida que ensanche el shari y vaya definiendo la vena viva.

Bien, el primer paso será hacer un primer surco.
Tomaré como punto de partida el "jin" de la punta y poco a poco iré tirando de la fibra viva, ella sola irá marcando el camino a seguir.

Punto de partida para definir el shari




Sin prisa voy marcando el surco hasta que poco a poco llegue al nacimiento de la rama.




A partir de aquí podré ensanchar y definir con mucha más precisión el corte ayudándome de una cuchilla bien afilada.

La siguiente foto muestra el resultado de este primer trabajo sobre la rama.




Ha llegado el momento de alambrar y recolocar nuevamente la ramificación siguiendo el mismo criterio del trabajo anterior. He de prestar especial atención a los detalles interesantes del tronco que no deben quedar escondidos tras las hojas. La cuestión esta en dejarlos ver de manera sutil sin que sea algo forzado.

Después de un buen rato la tarea de alambrado se da por finalizada. Ya solo falta colocar cada rama en su sitio, aplicar el líquido de jin y dejar que la planta respire nuevamente aire fresco.

Las siguientes fotografías muestran detalles del resultado obtenido.








Una vez terminada esta sesión de trabajo, puedo descansar tranquilo... Un paso más en su evolución.

Juniperus Chinensis:
Altura: 75 cms
Anchura: 65 cms.

Antes y después en esta sesión de trabajo


Antes y después 


Quiero dedicar este artículo a la memoria de mi gran amigo Antonio López, fue un gran amante del bonsái y una gran persona. DEP 



En Pocas Palabras... Pequeño Kuro Matsu

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Queridos amigos,

He abierto una nueva sección en el blog llamada:

En Pocas Palabras...

En este apartado pondré trabajos realizados pero sin largas y a veces aburridas explicaciones. Mi intención es que las fotografías tomen la palabra.

Aquí tenéis el enlace a la primera entrada.

http://eppbonsallal.blogspot.com.es/2014/01/pequeno-kuro-matsu.html




Espero que os guste.

En Pocas Palabras... Un pasito más.

En Pocas Palabras... Pinus Nigra

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